Las reformas judiciales están de moda en América y el Caribe, el populismo legislativo hace gala de propuestas de modernización y crecimiento burocrático, pero los sistemas de enjuiciamiento siguen con tendencia inquisitiva como hace mas de doscientos años cuando invadidos por la metrópolis de turno era lo que se ofrecía en regímenes autoritarios y absolutistas.
La democracia y su sistema de enjuiciamiento es y seguirá siendo una especie rara que aparece pocas veces en el ejercicio del poder político en nuesta América y el Caribe. Seguimos siendo tributarios de unos sistemas educativos y de enjuiciamiento para el obedecimiento y carcelarios. Es hora de recuperar la democracia y su sistema de justicia, educación y pensamiento para la libertad.